Las historias clínicas se depondrán de forma centralizada y digital sólo para el paciente en una llamada «nube» del estado alemán a la que sólo tendrá acceso el paciente y a la que sólo podrá acceder con su consentimiento el médico sin derecho a un procesamiento posterior de los datos. De esta manera, cada médico se entera de todos los tratamientos anteriores, dispone de las tomas de rayos X y tomografías y puede decidir si es necesario hacer nuevas tomas. El archivo central del paciente en la mano del paciente mismo supone transparencia en su beneficio y debe convertirse en obligatorio.
A tal fin, los servicios facturados de los médicos también deben conservarse en el historial médico durante al menos 10 años en relación a los respectivos diagnósticos que figuren en el historial. Sólo así se puede garantizar que el médico refleje también los servicios facturados y prestados en el historial médico. El examen puede llevarse a cabo por parte del seguro de salud del paciente a petición de éste. Los servicios que no figuren en el historial médico pero que, sin embargo, hayan sido facturados, pueden ser reclamados por los pacientes. Esto asegura que los médicos registren sus tratamientos y diagnósticos completa y correctamente en beneficio del paciente.