La influencia en el poder judicial deja de tener lugar. Los jueces serán seleccionados únicamente por su competencia profesional. Los ascensos y los cargos de los jueces se determinan por votación secreta por los jueces del tribunal de origen, que son los que mejor pueden juzgar el trabajo de sus colegas. Con el fin de preservar la independencia del poder judicial, la pertenencia a un partido político ya no debe ser un factor a tener en cuenta.