Se prohíbe a los ministros y secretarios de estado que ejerzan cualquier actividad (excepto cargos públicos o puestos honoríficos) tras haber cesado en su cargo. A cambio, al dejar el cargo, un secretario de estado o ministro recibe la remuneración de un ministro o secretario de estado de por vida con una compensación por inflación. Al dejar el cargo, estos funcionarios se someten a la obligación de neutralidad.