Se permite la vigilancia por vídeo en los cruces peligrosos, las paradas de autobús, las paradas de tren y los aeropuertos, y sólo se podrá guardar permanentemente el material de datos relativo a la sospecha de haberse cometido un delito. Por lo demás los datos deben eliminarse. El área de videovigilancia debe estar claramente marcada por líneas en el suelo para advertir a los ciudadanos, de manera que cada uno pueda decidir por sí mismo si desea formar parte de la grabación o elegir otro medio de transporte. Simultáneamente las líneas sirven para evitar peligros, ya que todos deben saber que están siendo grabados.