Organizar la llegada ordenada de los mejores cerebros a nivel internacional requiere un esfuerzo nacional, pues sólo esta afluencia puede asegurar el futuro de Alemania, ya que la tasa de natalidad supone que la población alemana disminuirá aún más. Una tasa de natalidad inferior a 2 no detendrá la caída demográfica sino que la aumentará en el futuro.